El pasado, escribio el gran ensayista Gore Vidal en sus memorias, puede parecer maravilloso desde el presente pero cuando uno estaba alli todo se veia distinto y, por lo general, mal. Esto viene a cuento de su experiencia en la Casa Blanca de los Kennedy de quienes era, por parte de Jackie, pariente politico.
Seguramente usted puede estar en desacuerdo con esto, especialmente si recuerda los maravillosos veranos que solia pasar junto a sus padres de vacaciones cada año, cuando nadie lo molestaba y usted podia hacer, literalmente, lo que queria sin recibir cuestionamientos ni, lo mas importante, ordenes que perturbaran su soleada paz.
Esto, por supuesto, se acabo y usted lo sabe muy bien, asi que no tenemos que decirselo, desde que, gracias a la irrupcion de las nuevas reglas sobre alojamientos los huespedes que, despues de todo, son los que pagan las cuentas, se han convertido casi en sirvientes de los empleados, una situacion paradojica donde las halla.
No tenemos que contarle lo que usted ya sabe, estamos haciendo referencia a esa infinidad de ordenes que nos dan de manera sutil pero decidida: acuestese a tal hora, duerma a tal otra, coma a tal otra, metase al baño en tal otra: ordenes, ordenes y mas ordenes. ¿Esto sucedia en la epoca de nuestros padres? ¿Y en la de nuestros abuelos? Por supuesto que no; porque en esa epoca existia una clara idea acerca del buen trato que debia darse a las personas que pagaban por un servicio.
Por ese motivo, si busca hoteles en Santiago de Compostela queremos ofrecerle un lugar a la altura de sus mayores expectativas que combina lo mejor de la tradicion y lo ultimo de la modernidad, una combinacion ciertamente insuperable que se unio para hacer su vida mucho mas facil, creanos.
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